Desde la antigüedad, los puntos cardinales han sido fundamentales para la orientación, tanto en el ámbito práctico como en el simbólico.
Más allá de ser simples direcciones en un mapa, Oriente, Occidente, Septentrión y Mediodía guardan una profunda conexión con el cielo, los astros y las tradiciones culturales que moldearon la historia de la humanidad.
El Sol como guía primaria
Las primeras civilizaciones, como los egipcios y los mesopotámicos, usaron el Sol para orientarse. La salida y puesta del Sol eran puntos evidentes de referencia.
Estrellas y constelaciones
En la noche, las estrellas, especialmente la Estrella Polar, ofrecían un punto fijo en el cielo, ayudando a definir el norte. Este método era crucial para los navegantes.
Oriente y Occidente
Las palabras oriente (este) y occidente (oeste) tienen raíces históricas y culturales vinculadas al movimiento aparente del Sol y su importancia en las civilizaciones antiguas.
Oriente (Este)
Origen etimológico: Proviene del latín oriens, que significa “el que surge” o “el que nace”, refiriéndose al lugar donde nace el Sol cada día.
El este era fundamental en la orientación de las culturas antiguas, ya que el amanecer marcaba el inicio del día y era visto como un símbolo de renovación, vida y esperanza.
Por esto, oriente se convirtió en sinónimo de este, el punto cardinal donde el Sol aparece.
Occidente (Oeste)
Origen etimológico: Proviene del latín occidens, que significa “el que cae” o “el que se pone”, refiriéndose al lugar donde el Sol se oculta al final del día.
Este término simbolizaba el ocaso, el fin de la jornada y, en algunas culturas, la muerte o el final de un ciclo.
Por esta razón, occidente se asoció con el oeste, el punto cardinal donde el Sol desaparece.
Simbolismo cultural de Oriente y Occidente
En muchas culturas antiguas, el este (oriente) era visto como un lugar sagrado, de inicio, luz y vida, mientras que el oeste (occidente) representaba el final, oscuridad o incluso la entrada al inframundo en algunas tradiciones.
En el cristianismo, las iglesias medievales solían orientarse hacia el este (de ahí el término “orientación”), simbolizando la esperanza en la resurrección y el retorno de la luz.
En términos más amplios, “oriente” y “occidente” también llegaron a simbolizar regiones del mundo: Oriente para Asia y Occidente para Europa y América.
Septentrión y mediodía
Las expresiones septentrión y mediodía también son términos tradicionales para referirse a los puntos cardinales norte y sur, respectivamente, y su origen está relacionado con observaciones astronómicas y culturales.
Septentrión (Norte)
El término proviene del latín septem triones, que significa “siete bueyes”. Esta expresión alude a las siete estrellas principales de la constelación de la Osa Mayor, también conocida como el “Carro”.
En la antigüedad, esta constelación era clave para la navegación y la orientación, ya que siempre está visible en el hemisferio norte y señala el norte celeste. Así, septentrión pasó a ser sinónimo de norte.
Mediodía (Sur)
Esta expresión está relacionada con la posición del Sol. En el hemisferio norte, cuando el Sol está en su punto más alto en el cielo al mediodía, se encuentra hacia el sur.
Por ello, tradicionalmente se asoció el concepto de mediodía con el sur, especialmente en contextos de orientación geográfica.
Los términos Oriente, Occidente, Septentrion y Medio día son una muestra de cómo las culturas antiguas utilizaron el cielo y los astros como referencia para ubicarse en el espacio. Aunque son menos comunes en la actualidad, todavía se usan en contextos poéticos o literarios, y en nuestro caso, ritualísticos.
El uso de Este, Oeste, Norte y Sur
Las orientaciones cardinales este, oeste, norte y sur tienen su origen en la necesidad de las civilizaciones antiguas de ubicarse en el espacio y organizar su entorno en función de los movimientos del Sol, las estrellas y otros fenómenos naturales.
Este (E)
Etimología: El término este proviene del germánico aust- (que también dio lugar al inglés east), relacionado con el amanecer o la salida.
Oeste (O)
Etimología: Proviene del germánico west- (que de igual forma dio origen en inglés west), que también está relacionado con el ocaso o la caída.
Norte (N)
Etimología: La palabra norte viene del germánico nord- (como en inglés north), relacionado con el frío, ya que las tierras al norte de Europa eran más frías y áridas.
Sur (S)
Etimología: Proviene del germánico sunn- o suth- (como en inglés south), relacionado con el Sol (sun) y el calor.
Mapas tempranos
Los mapas antiguos, como los de Babilonia o Egipto, se orientaban mirando hacia el este, lo que explica el término “orientación”. En la Edad Media, sin embargo, los mapas europeos comenzaron a ubicarse con el norte en la parte superior.
Geografía local
La observación del entorno natural también influía. Por ejemplo, algunas culturas tomaron ríos, montañas o el viento como referencias para definir direcciones.
Relación entre algunas culturas y la orientación
Las orientaciones cardinales también tienen profundas raíces culturales y simbólicas. Por ejemplo:
En la antigua China, las direcciones estaban ligadas a los elementos y colores según el feng shui.
En las culturas mesoamericanas, como los mayas, las direcciones estaban asociadas con dioses y eventos astronómicos importantes.
En muchas culturas indoeuropeas, el este simbolizaba lo sagrado, mientras que el oeste marcaba lo terrenal o lo efímero.